Se supone que lo que hay que hacer siempre es caminar por el camino correcto, pero, ¿qué sentido tiene ir por el camino correcto, cuando no se encuentra ninguna manera de avanzar? A veces, el secreto está en equivocarse sabiendo que lo estás haciendo, en vivir la vida como te apetece en el momento y no como antes te habías propuesto. Hay veces en las que no hay que detenerse a pensar. Hacerlo todo de manera atropellada , un sin sentido. Cometer las mayores locuras , que suene todo desafinado y que nada tenga cordura. Y después , pagar las consecuencias... o disfrutar el instante.
A veces no es bueno quedarse parado pensando, quizá el tren pase varias veces , o igual solo pase una única vez. Quizá sea un tren de ida sin regreso , un tren de esos que solo se encuentran por casualidad muy pocas veces. Es ahora o nunca. Yo, desde luego, pienso elegir el camino incorrecto, al fin y al cabo, dicen que todos los caminos llegan al mismo sitio.