viernes, 25 de febrero de 2011

Falsas apariencias.



En el fondo, a todos nos gusta pensar que somos fuertes. Que vamos a poder con todo lo que nos venga encima, que pudimos con lo de ayer y que podremos también con lo de mañana. Pero más en el fondo, todos sabemos que eso no es verdad. Porque ser fuerte no consiste en ponerse una armadura antirrobo, ni en esconderse detrás de un disfraz; ser fuerte consiste en asimilarlo. En asimilar el dolor y en digerirlo, y eso no se consigue de un día para otro, se consigue con el tiempo. Pero como por naturaleza solemos ser impacientes y no nos gusta esperar, escogemos el camino corto. Escogemos el camino de disfrazarnos de algo que no somos y disimular. Sobretodo DISIMULAR... Sí, a todos nos gusta disimular los golpes, sonreír delante del espejo y salir a la calle pisando fuerte, para que nadie note que en realidad, lo que nos pasa de verdad, es que estamos rotos por dentro. Tan rotos que ocupamos nuestro tiempo con cualquier estupidez con tal de no pensar en ello, porque el simple hecho de pensarlo hace que duela...
Pero a veces, bueno… a veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Está bien bajar la guardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone tener un día triste, uno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, de recordar y echar de menos. A los que ya no están, y a los que están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Poner tu lista de reproducción favorita, tumbarte en la cama, y llorar. Llorar todo lo que haga falta. Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos.

lunes, 21 de febrero de 2011

Nada va a cambiar


Porque sé que a veces hay que dejar pasar. Continuar tal cual. Y me decían que a veces hay que perderse para encontrarse. Por eso, yo me perdí para volver a encontrarme. Pero no lo hice. Sólo me perdí. Ahora no sé dónde estoy. Y quizás no quiero saberlo. Quizás solo encuentre más y más dolor. La desesperación ante lo imposible. Porque a veces me decían que no hay nada imposible. Y ahora yo me río; bien que me río. Sí que lo hay. Yo lo sé. En algún lugar lo imposible se esconde. Y se burla, mientras vosotros preferís pensar en improbable antes que imposible. Y perdéis. Y no podéis encontraros. Y yo me río; bien que me río. Porque yo estoy igual. Y nada va a cambiar.

viernes, 18 de febrero de 2011

- Autoengañarnos



Hay veces que hacemos cosas que no deberíamos hacer por miedo a quedarnos sin hacerlas y por el impulso, quizás, de no haberlas pensado demasiado bien.
Hay veces que simplemente hacemos las cosas para engañarnos,
para demostrarnos a nosotros mismos que hemos pasado página y que somos más fuertes que algunas situaciones.
El final de eso: nada, porque no nos podemos autoengañar.

lunes, 14 de febrero de 2011

- VIDA


Es cierto. Puede que no sea la persona más fuerte, ni la más valiente o la más decidida. Puede que me equivoque muchas veces, demasiadas quizás… Puede que solo me de cuenta de lo que tengo hasta que lo pierdo, que sea muy borde y que mi lista de caprichos sea interminable. Puede que día sí y día también me monte una paranoia, que tenga muchos malos momentos en mi vida, aunque los buenos lo superan. Y también puede que tropiece mil y una veces con una piedra, incluso con la misma piedra. Pero ten por seguro que siempre me voy a levantar con una sonrisa. Siempre

viernes, 11 de febrero de 2011

- Dos palabras, ocho letras .


Will, se separó de mí unos instantes y acercó su cara a mi oío y me susurro:

- Especial, perfecta ...

Y yo le susurré al oído:

- Dos palabras, ocho letras, y Will ... seré tuya.

Will, alejó su cara de mi oído y se volvió a centrar en mis labios, dándoles ahora un beso tierno que me dejo con ganas de miles de besos como esos. Volvió a acercar su cara a mi oído y dijo:

- Te quiero.

                                                                                                                                                  CARRIE.

                                                                                   HISTORIA COMPLETA EN
                                                                                         http://solitarioyterriblementeelegante.blogspot.com/

miércoles, 9 de febrero de 2011

LOCURA



La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder y define improbable como algo inverosímil que no se funde en una razón prudente.
Puestos a escoger a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo.
La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la épica.
Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió.
Unos afroamericanos habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió
Que los Barón Rojo volvían a tocar juntos era improbable, pero también sucedió
Nadal desbancando del número uno a Federer
Una periodista convertida en princesa.
El 12-1 contra Malta.
El amor, las relaciones, los sentimientos no se fundan en una razón prudente por eso no me gusta hablar de amores imposibles sino de amores improbables, porque lo improbable es por definición probable. Lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase vale la pena intentarlo.
PD : que estemos juntos si que es una locura , pero una locura improbable. 

sábado, 5 de febrero de 2011

- Miedo impropio de los valientes


-¿Por qué me cuesta tanto decirte adiós si ya no te quiero? ¿Por qué me resulta tan difícil alejarme de ti? ¿Por qué esta horrible angustia oprimiendo mi pecho si ya tomé una decisión? ¿Por qué estas amargas lágrimas empeñando mis ojos y nublando mi mirada? ¿Por qué tanto dolor? Será por este absurdo miedo que siempre me acompaña. Tal vez miedo a perder algo que ni siquiera existe (pobre ilusa...), pero miedo al fin y al cabo. Miedo que crece y se hace fuerte, miedo que llega a dominarte. Miedo que te resta fuerzas para seguir luchando contra este cruel destino y sus malvados planes. Miedo que te agota y nunca duerme. Miedo impropio de los valientes



miércoles, 2 de febrero de 2011

123


Un chico y una chica discutían por quien de los dos quería mas al otro . Para resolver la duda , acordaron pintar una rayita cada vez que alguno de los dos pensara en su pareja . La chica estaba convencida de que ella lo amaba más . Extrañadamente , el chico no apareció esa noche . Ni tan solo cogia el mobil . Celosa y enfadada , se autoproclamó ganadora . Ella había dibujado nada menos que 54 rayitas en un cuadernito . Pero ahora se arrepentia de haber pensado tanto en el . Sin embargo pasadas las doce , la llamaron por teléfono y la avisaron de que su novio había tenido un accidente . Muy asustada corrió al hospital donde le contaron que lo habia atropellado un coche . Estaba grave pero fuera de peligro . Era un milagro . Pero lo que más sorprendió a los medicos es que el chico llevaba un bolígrafo en la mano que no soltó ni en el momento del accidente y los brazos llenos de rayitas de tinta . Habían contado 123